"Mi relación con Hegel es muy sencilla. Soy discípulo de Hegel y la vocinglería presuntuosa de los epígonos que creen haber enterrado a este pensador eminente me parece francamente ridícula. No obstante, me he tomado la libertad de adoptar para con mi maestro una actitud crítica, de desembarazar su dialéctica de su misticismo y hacerle experimentar un cambio profundo".
KarlMarx
"Huir realmente de Hegel presupone darse cuenta con exactitud de lo que cuesta separarse de él; ello presupone saber hasta dónde Hegel, quizás insidiosamente, se ha acercado a nosotros; ello presupone saber, en lo que nos permite pensar contra Hegel, lo que es todavía hegeliano; y de valorar en qué medida nuestros intentos contra él no son sino una treta más por su parte, al final de la cual él nos está esperando, inmóvil, en otro lugar".
Michel Foucault
La filosofía de Hegel es actual. Se dirá que siempre lo ha sido como la de cualquier otro pensador que se elevó a lo especulativo para reflexionar sobre los temas de preocupación (si no de angustia) para los seres humanos. En parte esto es cierto, pero Hegel tiene una inquietante actualidad en una época saturada de retóricas progresistas, críticas de la forma de vida hegemónica, rabiosamente adversas a las injusticias patentes y proclives a la "inclusión del otro", pero, paradójicamente, insulsas e inocuas para localizar el fundamento de los males.
El de Hegel, es un pensamiento tan potente que sigue mostrando los contrasentidos de las más diversas posturas que arrogantemente lo han dado por anacrónico y superado. La estrategia de Hegel consiste en mostrar que los conceptos y las categorías que se usan para registrar empíricamente lo que aparece como "realidad", en verdad no están ahí afuera sino en el proceso mismo del pensar, y que éste no flota en el aire ni en una mente genial sino que es un resultado histórico, es decir, político en un sentido amplio. Este libro examina algunos aspectos de esta actualidad de Hegel.