Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En un ruinoso edificio de la ciudad de México, un grupo de ancianos pasa los días entre rencillas vecinales y tertulias literarias. Teo, el narrador y protagonista de esta historia, tiene setenta y ocho años y un apego enfermizo a la Teoría estética de Adorno, con la que resuelve todo tipo de problemas domésticos. Taquero jubilado, pintor frustrado con pedigrí ?hijo de otro pintor frustrado?, sus mayores preocupaciones son llevar la cuenta de las copas que toma al día para extender al máximo sus menguantes ahorros, escribir en un cuaderno algo que no es una novela y calcular las posibilidades que tiene de llevarse a la cama a Francesca ?presidenta de la asamblea de vecinos? o a Juliette ?verdulera revolucionaria?, con las que constituye un triángulo sexual de la tercera edad que «le habría erizado la barba al mismísimo Freud». La vida rutinaria del edificio se rompe con la irrupción de la juventud, encarnada en Willem ?mormón de Utah?, Mao ?maoísta clandestino? y Dorotea ?la dulce heroína cervantina, nieta de Juliette?, en un crescendo de absurdos que arriba a un clímax para mojarse los pantalones. Concebida bajo el dictado de Adorno, que afirma que «el arte avanzado escribe la comedia de lo trágico», entrelazando fragmentos del pasado y del presente, esta novela recorre el arte y la política del México de los últimos ochenta años, marcados en la historia familiar por la sucesión de perros de la madre del protagonista, en un intento por reivindicar a los olvidados, los malditos, los marginales, los desaparecidos y los perros callejeros. Con su tercera novela, el escritor mexicano Juan Pablo Villalobos, tras la excelente acogida, tanto en lengua española como en sus muchas traducciones, de Fiesta en la madriguera y Si viviéramos en un lugar normal, se confirma como un narrador imprescindible, con una voz personal y un sentido del humor muy singulares.
La milenaria tradición del papel amate es ilustrada con coloridas escenas en este de texto de la antropóloga Gobi Stromberg. A través de una serie de pláticas con habitantes de los pueblos de Ameyaltepec, Xalitla, San Agustín Oapan y Maxea, pertenecientes a la región alta del río Balsas, la autora registra cinco cuentos narrados por los artistas de esta población. Los personajes de estas historias se desenvuelven a través de cualidades antagónicas como la ternura y la crueldad, lo cual demuestra como los pobladores de estas regiones usan esa dualidad para explicar temas de la sobrevivencia y la solución de las necesidades materiales cotidianas.
En este libro se muestra al lector el estilo narrativo que nace de la pintura sobre papel amate, pero en la que convergen la sobrevivencia de la cultura, la conciencia humana, así como la influencia de los cuentos que se toman de otras tradiciones. De esta manera, el origen de este libro se remonta tanto al México prehispánico como a los relatos europeos que llegaron posteriormente. En una edición bilingüe de náhuatl y español, La raíz y la voz: Cuentos populares nahuas se confirma la riqueza lingüística como un legado para preservar, difundir y conocer el arte del papel amate como un legado artístico de suma importancia.