El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Desde el origen del cine en 1895, el teatro fue una fuente obvia e inspiradora de la que abrevaron los primeros cineastas, una vez que abrevaron los primeros cineastas, una vez que se comenzó a desarrollar la posibilidad de la ficción. Del teatro provinieron los primeros argumentos, las narrativa, la forma de filmar, la iluminación, los actores, los directores, los escritores, los escenógrafos y demás especialistas que fueron perfilando, al paso de los años.