Trescientos años después de Cristo, Genesio (Ginés) hacía parodias callejeras del bautismo junto con sus cómicos romanos. Cierto día recibe una iluminación divina que lo orilla a cambiar su conducta. Tras enfrentar diversas pruebas, encuentros consigo mismo y tentaciones semejantes a las de Jesús, Genesio se convierte y utiliza las representaciones teatrales para catequizar y fortalecer a los cristianos perseguidos. Lo atrapan las fuerzas del emperador Diocleciano, quienes lo torturan y, finalmente, asesinan. Desde entonces Genesio lleva el título de Santo Patrono de los Actores. En esta obra los personajes reales y místicos, históricos e imaginarios se entremezclan. Genesio, de cómico a santo fue seleccionada en el Concorso Internazionale di Dramaturgia Religiosa del Vaticano, Jubileo 2000, como un documento significativo de drama contemporáneo inspirado en el cristianismo.