El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Pocos escritores han sido en México tan personales como Jorge Cuesta. Y menos aún han sido los que, siéndolo, lo han sido tan paradójicamente. Pues acaso lo más personal de Cuesta es que no quiere en absoluto ser personal. Sus poemas y sus ensayos dan la impresión de haber sido escritos por alguien que escarba bajo sus propios pies. Para saber dónde está parado, sí, pero sobre todo para minar su propio sostén, como si aun su propia originalidad debiera ser puesta en crisis, (exa)minada, expiada, en nombre de una verdad libre de las veleidades de su historia y su psicología.