El teatro mexicano de revista tuvo su auge a partir de la Revolución de 1910 y hasta 1940. La importancia del teatro de revista reside en varios hechos: fue un espectáculo popular en el sentido más amplio del término, el público no sólo asistía y gozaba como espectador, sino que intervenia directa e indirectamente de muchas maneras. Las obras tenían éxito o fracasaban exclusivamente por la reacción del público, no por la publicidad.Los temas, siempre actuales y con frecuencia candentes, eran tratados por los libretistas con lenguaje popular, alburero y desde el punto de vista irreverente de la burlo y el chiste iconoclasta.
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