Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
EL ARGUMENTO TRAZADO, previendo la posible danza de imágenes inconexas, capturadas en la libreta formo parte entonces de un gran lienzo de características atroces por sorpresivas, nos dice Víctor Quintas en "La ruina en el crepúsculo", una de las ocho narraciones que comprendía Ultimas anotaciones, obras cuyas anécdotas suelen interceptar el ámbito de la literatura y sus escritores con el de la realidad atroz.
Sin embargo en esta colección de literatura fantástica también encontramos relatos en donde surge por sorpresa el humor.