A través de una galeria de imágenes poéticas, Libro cuarto que mece a los muertos reflexiona sobre la condición humana. Estos poemas, de matiz filosófico, confluyen en una extraña emotividad que surge ante el conflicto de la existencia actual: una suerte de cotidianidad aunada al vértigo de las expectativas contemporáneas. La muerte no es final sino una transformación en el devenir existencial que confronta al ser social con el ser espritual. De ahí el trasfondo de estos poemas que muestran incongruencias, contradicciones y dislocciones humanas junto con símbolos, conceptos, alegorías y metáforas alejadas de la materialidad.