Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Tres meses después de la toma de la capital, en una lujosa casa de campo de Tacubaya, se celebraron dos bodas: Alejandra daba su mano a Jorge: Leonor se unía con Murillo. Los dos estaban retirados ya del servicio. Elena, olvidando sus ilusiones por Jorge, comenzaba ya a amar a un joven abogado. Diego y Rito, separados también de la carrera de las armas ganaban su vida como dependientes, en una de las haciendas de Mondragón. Doña Estefanía, siempre triste, pero tranquila siguió viviendo al lado de Mondragón, y pasaba una pensión a la pobre Feliciana. El Cacomixtle, como hijo adoptivo de Caralmuro, se ha dedicado a las artes, y pocos días después del triunfo entró a la litografía de la calle de antes, y pocos días después del triunfo entró a la litografía de la calle de Santa Clara, en donde trabaja con tal empeño, y adelanta tan rápidamente en el trabajo, que hay esperanzas de verle, con el tiempo, convertido en un Constantino Escalante.