El título narra la historia de la "segunda Revolución Mexicana", una batalla librada en el frente de las representaciones culturales. Los revolucionarios, en este caso, no fueron rebeldes o forajidos, sino artistas y escritores cuyas armas fueron innovadores artefactos tecnológicos, y cuya meta no era el derrocamiento de un dictador sino el destronamiento de la estética decimonónica. El autor aborda la historia de esta otra revolución a partir de cinco artefactos que dejaron una huella muy profunda en la literatura y las artes entre los años veinte y cincuenta: la cámara fotográfica y sus nuevas técnicas para apreciar el mundo moderno; la máquina de escribir y su mecanización de la estética literaria; la radio y los experimentos poéticos con comunicación inalámbrica; la arquitectura en cemento y la celebración de su operatividad internacional, y los grandes estadios y su carácter de medio masivo para el despliegue del espectáculo político. Gallo traza las formas en que escritores y artistas, armados con estos artefactos, revolucionaron las representaciones al romper con las formas tradicionales de producción artística que hasta entonces habían dominado las prácticas culturales en México; con ello, logra desvelar un pasaje trascendental de la historia de la modernidad mexicana y las transformaciones culturales que ésta implicó. El libro de Rubén Gallo muestra un aspecto poco visto en los estudios sobre la Revolución mexicana: la manera en que la introducción de innovaciones tecnológicas influyó en las artes y en la vida de la sociedad mexicana. Es un estudio novedoso, realizado con el mayor rigor académico por el autor, pero que nunca pierde de vista al público en general.