A Gabino Barreda le tocó vivir un oscilante y convulso siglo XIX, sediento de doctrinas que legitiman un nuevo orden social, entonces severamente cuestionado, que pusiera fin a vaivenes políticos y sociales. Sin Barreda no se puede entender la evolución de la educación y el pensamiento mexicanos; introdujo y propagó el positivismo en México y perfiló la preparatoria, los estudios profesionales y el laicismo. Por ello recibió no pocos ataques de distintos actores de la sociedad que lo acusaban de promover una educación inmoral.