Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Secuela evidente de El baile de las condiciones (Práctica Mortal, 2011), este nuevo libro de Óscar de Pablo consiste en un volumen que aglutina las obsesiones e intereses que caracterizan al autor: lecturas de fenómenos sociales, el humor como pivote o instigación crítica del mundo, y la historia como materia prima para devanear y provocar al lenguaje hasta extraerle todo el sumo sonoro de los mecanismos radicales de su propuesta estilística. La capacidad compositora en materia semántica, dependiente del oído formal, plantean un cuestionamiento inflexivo de circunstancias sociales traducidas en implicaciones de lenguaje. Lejos de cierto sesgo panfletario, De la materia en forma de sonido de Óscar de Pablo contiene poemas que suman tesón y cadencias interrumpidas, un entono sonoro duro y sin sosiego ?canciones que no buscan arrullarnos, sino involucrar al lector en la misma incertidumbre de la que parten las preguntas esenciales a las obras realmente relevantes. De acuerdo con algunos comediógrafos, una característica del humor es que deja en el espectador (el lector en este caso) una especie de espina clavada que lo deja insatisfecho frente a las contradicciones que se dan en la sociedad, a diferencia de la tragedia, cuya catarsis lo deja en un estado de liberación. En este sentido, el texto de Óscar de Pablo permite al lector cuestionar fenómenos sociales desde una nueva perspectiva, no la del árido académico sino la del poeta, no para conformarlo sino para, armado del aristofánico aguijón, hacerlo partícipe de las incertidumbres del poeta.