Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Antonio Deltoro, hijo de republicanos españoles exiliados, nació en la ciudad de México en 1947. Realizó estudios de economía en la UNAM, aunque se ha dedicado al ejercicio de la poesía, siendo autor de más de casi una veintena de títulos entre textos personales y antologías. Su itinerario político iniciado en 1979 con Algarabía inorgánica y cuya última entrega es Los árboles que poblarán el ártico, aparecida en la colección Palabra de honor de la editorial Visor Libros ha completado una de las obras más importantes de la literatura mexicana contemporánea. Con el fin de que los lectores conozcan en su integridad la obra de Deltoro, editorial Visor se dio a la tarea de reunir todos sus títulos en el volumen Poesía reunida; con ello se pondrá al alcance del público la obra de un poeta que, como dice el escritor Luis García Montero, ha formado a lo largo de los años un lugar poético habitable, sin urgencias, capaz de dialogar y de darle su espacio a los asombros y las emociones. Pocos poetas son hoy tan dueños de su propio mundo.