Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Luis Jorge Boone delinea en en este libro un perfil de la producción literaria representativa de México y otros países durante la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI. Desde su fervor como lector, alejado de corsés académicos, el autor evoca y conversa con la obra de escritores mexicanos como Eduardo Lizalde, José Emilio Pacheco, Daniel Sada, Elsa Cross, David Huerta, Julián Herbert, Fabio Morábito, David Toscana y León Plascencia Ñol. De la literatura extranjera se destaca las creaciones de Wallance Stevens, William Ospina, José Kozer, Cormac McCarthy, Ismaíl Kadaré, John Banville, Enrique Vila-Matas, Haruki Murakami y Paul Auster.