El Rey Sol era conocido por sus riquezas, pero aún con todas ellas siempre deseaba algo más. Un día pidió a su reino y más allá de la comarca que el trajeran un reglo especial, ¿Qué le obsequiarías a alguien que lo tiene todo? El príncipe de país lejano tuvo la idea de llevarle una máscara mágica: al colocarla en la pared, comenzó a observar, escuchar y hablar, ¡hasta muecas podía hacer! ¿Te imaginas lo que provoca un obsequio como éste dentro del palacio más rico del mundo?