Hay hits musicales que a duras penas resisten el paso del tiempo, una excrecencia nostálgica que suele poner más en evidencia a los músicos décadas después del momento de su éxito que ensalzar sus virtudes, a estas alturas puros tics repetitivos, gestos de una juventud y rebeldía perdidas desde hace mucho. Los revivals tan de moda en festivales no son más que una especie de turismo de la arqueología del pop-rock a través de sus adocenados, mediáticos y ya pellejudos supervivientes con sus estudiadas poses de rebeldía barata. Puras anécdotas del trasnochado star system por las que no vale la pena pagar mucho.No es éste el caso de El día que la vea la voy a matar, libro de Guillermo Fadanelli publicado por primera vez en Grijalbo en 1991 y reeditado ahora por la Editorial Moho, que dirige Fadanelli junto a Yolanda Martínez, y que engrosa la lista del catálogo en esta segunda etapa de la aventura editorial iniciada hace poco más de un año, haciendo de éste el quinto título de la nueva época.Su relectura, la primera lectura para muchos que no conocieron la primera edición, transportará a los lectores habituales de Guillermo Fadanelli a las pulsiones y atmósferas enloquecidas que este prolífico escritor narraba (y vivía) veinte años atrás.