Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Los cuentos de Amparo Dávila (Pinos, Zacatecas, 1928) funcionan más o menos de este modo:Hay un personaje, mujer u hombre, y el personaje padece su tiesa rutina: o las labores domésticas, o el trabajo burocrático, o la inmutable secuencia de días y semanas.Hay serenidad y hastío hasta que algo ocurre y, de pronto, todo cambia: o el ama de casa enferma, o la secretaria abandona su trabajo, o el burócrata, al fin libre de la repetición, enloquece.