Una noche. Deseada (Edición dedicada) Primer volumen de la trilogía Una noche
Olivia lo siente nada más entra en la cafetería. Es absolutamente imponente, con una mirada azul tan penetrante que casi se distrae al tomar nota de su pedido. Cuando se marcha, cree que no lo volverá a ver jamás, hasta que descubre la nota que le ha dejado en la servilleta, firmada "M".
Todo lo que él quiere es una noche para adorarla. Sin resentimientos, sin compromiso, sólo placer sin límites. Olivia y Miller. Miller y Olivia. Opuestos como el día y la noche, y aún así tan necesarios el uno para el otro. Él es distante, desagradable y misterioso: sabe siempre lo que quiere y la quiere a ella. Ella es dulce y atenta, una mujer joven de hoy en día que se hace a sí misma y debe encontrar las respuestas a los interrogantes de la vida y de las relaciones a medida que los vive. Quiere ser feliz y amada, pero cuando Miller entra en su vida se da cuenta de que ha perdido el control sobre sí misma y sucumbe a la pasión desenfrenada que nace entre ellos dos. ¿Debe escuchar a su corazón o a la razón?
Jodi Ellen Malpas te hechizó con Seducción, te dejó sin aliento con Obsesión y te dejó con ganas de más con Confesión. Con la trilogía UNA NOCHE, te preguntarás: ¿qué sucede cuando amas a quien no te conviene? Lectura a flor de piel, nervios y excitación constantes. ¡Jesse ya tiene rival!
La sensación tras leer los ocho relatos que trae este segundo libro publicado por Rubem Fonseca es como el de ser el encargado de limpiar los vidrios de un edificio y poder conocer, ver y escuchar los variados universos que existen en las diferentes personas que habitan en cada departamento. Estos relatos se caracterizan por la construcción minuciosa de sus personajes, desde lo más profundo de cada uno de ellos, desnudándolos completamente, tornándonos a nosotros lectores muy íntimos de ellos, como por ejemplo en “Os graus” (“Los grados”), donde estamos ante un hombre que se lamenta no haber tenido de joven las mujeres suficientes, y que ahora en su vejez, al tenerlas, no tenía el vigor de antaño para satisfacerlas, y satisfacerse.