Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
El lenguaje y las imágenes de esta novela evocan la manera de ser de la ciudad de México de la década de los años cincuenta. Espacio que reúne y muestra las costumbres de los barrios típicos de la época: la brujería popular, los puestos de antojitos, la fiesta de vecindad, la beatería y el danzón; en suma, la cultura popular y esperpéntica de la vida urbana.