Este libro presenta una sugerente y provocadora disección crítica del arte del performance. Josefina Alcázar rastrea los orígenes del performance y explora sus afinidades con la autobiografía y el autorretrato. A fines de la década de los sesenta y principios de los setenta del siglo xx, los artistas empezaron a usar su propio cuerpo no sólo como tema sino también como materia prima y objeto artístico. En la búsqueda de sí mismos, los artistas realizaron exploraciones vitales y psíquicas, trayectos interiores hacia la construcción de un autorretrato viviente. Partiendo de su cuerpo, empezaron a reflexionar sobre la identidad del yo.