Los textos de las mujeres que respondieron a la invitación en la octava edición del Premio DEMAC Penitenciaria 2014, para mujeres que se atreven a contar su historia, fueron reveladores de una realidad social que sabemos que está ahí, de manera abstracta, pero que no es sino hasta que nos acercamos a sus rostros de carne y hueso, como ocurre cuando leemos estas historias de vida, cuando nos estremece el alma y nos avergüenza.