Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En esta novela, la segunda de su carrera, Nooteboom representa la muerte del autor de la primera, el escritor que ya no quería ser. Y esta destrucción del escritor imperfecto es a la vez una autodestrucción y un perfeccionamiento, lo que hace de El caballero ha muerto una novela fundamental para entender la literatura del autor neerlandés. Ocho años después de escribir su primera novela, Philip y los otros, Cees Nooteboom terminaba El caballero ha muerto, una sobrecogedora obra en la que se entremezclan estados de ánimo, puntos de vista y reflexiones. El novelista Andre Steenkamp pretende superar su bloqueo en una isla mediterránea donde se rodea de un grupo de expatriados bohemios y excéntricos; allí se enamora de la misteriosa Clara. El lector sabe que Steenkamp muere el narrador es un amigo que intenta completar el trabajo del novelista hilando sus caóticas notas y lo que conoce de la vida de Steenkamp. El libro resultante es una sutilísima exploración de la muerte y de las emociones primarias que se solapa con las conjeturas sobre las preocupaciones de Steenkamp como hombre y como escritor.