Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
En los años cincuenta, los castigos, las celdas de aislamiento y los abusos a los niños eran algo habitual en el orfanato de San Torbe. Antón se juró regresar cuando fuera un hombre, derribar los muros de ladrillo, que tanto dolor les había causado, y construir Quimera. Un hogar para todos, sin importar su condición, sexualidad o declinaciones. Cuarenta años después, todos esos niños, ahora hombres y mujeres, siguen en contacto, pero pocos desean regresar al lugar que tanto dolor les causó. Antón no está dispuesto a que olviden los buenos momentos que vivieron allí y la promesa que se hicieron siendo unos niños, y por eso le envía una carta a cada uno. Quiere reunirlos de nuevo en Quimera. ¿Logrará Antón reunirlos de nuevo? ¿Cumplirán aquella promesa que se hicieron de niños? Y sobre todo ¿Qué sucedió en San Torbe que cambió sus vidas para siempre? Un drama con pinceladas de erotismo que nos muestra que el amor y el deseo pueden brotar incluso en la barbarie, y la represión no siempre consigue aplacar nuestro lado más libre y revolucionario. Quimera, La edades bárbaras nos introduce en las distintas relaciones de unos jóvenes, y en sus amores prohibidos, en una época que no les correspondía y jamás les entendería. Cada uno de ellos guarda un recuerdo terrible pero también unas experiencias que van más allá del amor y de la amistad