Una noche. Deseada (Edición dedicada) Primer volumen de la trilogía Una noche
Olivia lo siente nada más entra en la cafetería. Es absolutamente imponente, con una mirada azul tan penetrante que casi se distrae al tomar nota de su pedido. Cuando se marcha, cree que no lo volverá a ver jamás, hasta que descubre la nota que le ha dejado en la servilleta, firmada "M".
Todo lo que él quiere es una noche para adorarla. Sin resentimientos, sin compromiso, sólo placer sin límites. Olivia y Miller. Miller y Olivia. Opuestos como el día y la noche, y aún así tan necesarios el uno para el otro. Él es distante, desagradable y misterioso: sabe siempre lo que quiere y la quiere a ella. Ella es dulce y atenta, una mujer joven de hoy en día que se hace a sí misma y debe encontrar las respuestas a los interrogantes de la vida y de las relaciones a medida que los vive. Quiere ser feliz y amada, pero cuando Miller entra en su vida se da cuenta de que ha perdido el control sobre sí misma y sucumbe a la pasión desenfrenada que nace entre ellos dos. ¿Debe escuchar a su corazón o a la razón?
Jodi Ellen Malpas te hechizó con Seducción, te dejó sin aliento con Obsesión y te dejó con ganas de más con Confesión. Con la trilogía UNA NOCHE, te preguntarás: ¿qué sucede cuando amas a quien no te conviene? Lectura a flor de piel, nervios y excitación constantes. ¡Jesse ya tiene rival!
En 1939, el barco S.S. Saint Louis, con novecientos judíos que lograron huir de Alemania, estuvo
fondeado varios días frente al puerto de La Habana a la espera del permiso para los refugiados. El
niño Daniel Kaminsky y su tío esperaron en el muelle a que desembarcaran sus familiares, confiados
en que usaran ante los funcionarios el tesoro que portaban a escondidas: un pequeño lienzo de
Rembrandt que perteneció a los Kaminsky desde el siglo XVII. Pero el plan fracasó y el barco regresó
a Alemania, llevándose con él toda esperanza de reencuentro.
Muchos años después, en 2007, la noticia de que ese lienzo se subasta en Londres, provoca que el
hijo de Daniel, Elías, decida viajar a La Habana desde Estados Unidos para aclarar qué sucedió
realmente con el cuadro y su familia. Sólo alguien como el Conde puede ayudarle en la misión. Y en
los encuentros y las conversaciones sabremos que Daniel decidió cambiar radicalmente de vida y
que le atormentaba un crimen. También que ese cuadro, una imagen de Cristo, tuvo como modelo a
otro judío, que en la Ámsterdam del siglo XVII rompió todas las convenciones de clase y de religión
para trabajar en el taller de Rembrandt y aprender a pintar con el maestro.
Una impresionante fusión de los géneros policiaco e histórico en la pluma de Leonardo
Padura.