Las canciones de Nirvana inundan el ambiente; es octubre de 1991 y a la par de un incidente que confirma las sospechas del pueblo sobre el culto al satanismo, surge una amistad entre dos chicas completamente opuestas Lacey Chapman, una ferviente admiradora de Kurt Cobain, y Hannah Dexter, una chica brillante, solitaria y fácil de impresionar. Lacey logra alejar a Hannah de una vida tranquila y conducirla a un torbellino de obsesión, rebeldía y riesgos. Playlist para un incendio es una inolvidable historia de los noventa, un culto a las camisas de franela, a las guitarras distorsionadas y, especialmente, al desencanto y la apatía de los adolescentes que prefieren desaparecer antes que sobresalir.