El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El centro de este ensayo es la biblioteca que Alberto Manguel ha reunido y cuidado a lo largo de su vida. En él desgrana las experiencias que le ha deparado ser guardián y amante de sus libros que el padre mando cortar para que cupieran en los anaqueles, y de Manguel, al leer esas páginas mutiladas, completaba con su imaginación; los ejemplares que tuvieron que abandonar a causa de la dictadura argentina.