La historia de México está llena de grandes momentos épicos y héroes memorables, pero desafortunadamente también de episodios vergonzosos plagados de traición, ambición desmedida y deshonor, como los que se narran en esta primera entrega de los divulgadores de la historia más populares de la televisión. En 1847 un grupo de liberales le propuso al general estadounidense Scott quedarse a gobernar México. Si algo define la historia de México son los fusilamientos y asesinatos a mansalva: Miguel Hidalgo fusilado, Melchor Ocampo fusilado, Francisco I. Madero asesinado, entre muchos, muchos más. ¿Moctezuma fue un cobarde al permitir a los españoles la entrada en Tenochtitlan sin oponer resistencia? A los mexicanos nos cuesta mucho creer en las instituciones y en la ley: seis constituciones en casi doscientos años de vida independiente dan testimonio de ello
Nicolás Maquiavelo (1469-1527), nació en el seno de una familia de rancio abolengo de la bella República de Florencia. Fue embajador y diplomático, pero como escritor alcanza la fama universal, legándonos un vocablo nuevo en casi todas las lenguas del mundo: maquiavelismo. Su obra máxima, El Príncipe, podría resumirse argumentando que, en su comentario de Tito Livio, Maquiavelo describe el Estado como debería ser, según su concepción del mismo, mientras que El Príncipe nos muestra como es gobernado en época de crisis y decadencia. Se incluyen unos comentarios de Napoleón Bonaparte, según notas manuscritas realizadas por el Gran Corso, y encontradas entre sus papeles.