Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Ensayo y narración a la vez, este libro explora las relaciones de poder que se juegan en el mundo de la salud, que analiza desde la experiencia personal de la autora. Hay una historia oficial de la enfermedad, la que cuenta el historial clínico (Mujer joven afebril 27 años refiere dolor de espalda ). Este libro cuenta la otra historia. Con una prosa precisa como un bisturí, Raquel Taranilla trata de hacerse cargo de su propio cuerpo, ahora convertido en oncocuerpo, de su propio cáncer. En sus páginas, Mi cuerpo también dibuja el retrato delicado de un cuerpo enfermo, y narra una historia que avanza por el camino espinoso que conduce primero al diagnóstico cáncer y después a la terapia. Un análisis riguroso y lúcido del dominio de la maquinaria médica sobre los cuerpos, con el que la autora abre en canal igual que ella fue abierta la vivencia del cáncer y los mitos que lo envuelven.