El estudio supone cierta quietud, un orden que propicie tanto la trasmisión de los saberes como la búsqueda y renovación del conocimiento. Por eso existe la idea de que la Universidad toda universidad es un ámbito de racionalidad en el que priva el respeto entre todos sus integrantes y el acatamiento de las jerarquías. La idea anterior ha sido predominante, aunque, más bien, la condición de existencia de la universidad pública es la frecuente contradicción entre el orden necesario para que cumpla su misión y las rupturas de ese orden, producto de las diferencias y los choques que se manifiestan en su seno, en la sociedad y en la esfera del poder