Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
En esta obra, el autor sigue algunas corrientes que han conformado la historia nacional y, remontándolas a lo largo de 75 años, nos ha dejado un texto retrospectivo dividido en tres volúmenes: "El porfirismo", que va de la dictadura hasta la Convención de Aguascalientes, donde se liquida ese periodo; el que ahora publicamos, "El caudillismo", que comprende del gobierno de Carranza al llamado Maximato, y el tercero, titulado "El cardenismo", que abarca el gobierno del general Lázaro Cárdenas y los tres decenios posteriores en que asistió a la destrucción de su obra y al nacimiento de otra nación.