Por allá del rumbo de La Noria, en un rincón que nadie recuerda porque a nadie le conviene acordarse, en el imaginario pueblo de Cuescamula vive Enrique Uriate, mejor conocido como el Quicón, un imponente serrano aficionado a la música de Los Alegres, Los Cadetes y Los Relámpagos, admirador de los míticos personajes que protagonizan sus corridos favoritos.