El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Desde el origen de la humanidad, los distintos pueblos que han habitado la Tierra han inventado relatos para explicar todo aquello que desconocían, como los fenómenos naturales, o las cuestiones que pertenecían al ámbito de lo espiritual, como las narraciones sobre dioses o héroes. De generación en generación, esos mitos se han transmitido primero de forma oral y después por escrito.