Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Marco Terencio Varrón fue un auténtico sabio, un simpar polímata, ante el que san Agustín se admiró tanto de lo mucho que había leído como de lo mucho que había escrito. Sin embargo, de sus numerosísimas y muy variadas obras solo conservamos completa Las cosas del campo. Lejos de constituir un mero tratado sobre la agricultura, la ganadería y los animales de corral.