Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Elvia Carrillo Puerto nación en Motul, Yucatán, el 30 de enero de 1881, en una época en la que los derechos de las mujeres eran casi inexistentes. Dedicó gran parte de su vida a luchar por obtener más derechos para todas. Sufragista, feminista y política, en 1923 fue elegida como diputada para el Congreso de Yucatán. Junto con otras activistas fundó la Liga Feminista Rita Cetina Gutiérrez, de la que Elvia fue elegida presidenta. Destacan entre las actividades de la liga la fundación de una escuela nocturna para mujeres y la publicación de dos revistas, Feminismo y Rebeldía. Elvia murió en la Ciudad de México el 18 de abril de 1965