En 1797 aaprecio en Holanda La nueva Justine o las desgracias de la virtud, seguida de la historia de Juliette, su hermana, Escrita por Donatien Alphonse Frocoise de Sade, esta monumental obra horrorizo al mundo como ninguna otra historia de la literatrura.
La aparición en un pasaje céntrico del cadáver desfigurado de una jovencita muy bella, que no fue violada ni le robaron sus valiosas pertenencias, es el arranque de esta novela extraordinaria, pues muestra sin tapujos desde el poder y lujo de las altas esferas sociales y los vericuetos judiciales, hasta la sordidez de algunos barrios de la CDMX, y de nuestras nauseabundas cárceles. Los contrastes son tremendos y crueles. Desde este inicio se plantean varios interrogantes que resolverlos costará la vida y desvelos de varios personajes. La judicatura de Fernando T. Mendoza, podría considerarse una novela documental sin concesiones, pero es más que eso: una novela intensa y cruel, con personajes y situaciones verosímiles a pesar de su brutalidad. Vladimir Nabokov opinaba que los libros que valen la pena son los que nos escandalizan, asquean o incomodan porque muestran la realidad sin tapujos. Por otra parte Alfonso Reyes pensaba que la fuerza de algunos libros nos obligan a leerlos de pie. La judicatura, estoy seguro, lo leerás de pie pero, valga la paradoja, de una sentada. Tal es su fluidez y su creciente tensión, pues cuando parece haberse resuelto el caso, siempre surgen nuevos elementos para investigar.