A primera vista, este libro es la encantadora y a la vez triste historia de una chica y su perro. Pero por debajo de esa capa de vida cotidiana, la narración teje sutilmente (y poco a poco) un dolor fantasma; ese que cargamos silenciosamente desde nuestras raíces y que a veces nos aturde y nos desgarra porque empieza a grita