Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Por vez primera en la historia de la toponimia universal se consagra un estudio de tal magnitud al nombre de un lugar: México. Además de su significado literal, tiene uno oculto, así que la etimología es sólo el primer paso para llegar a su interpretación. Ya que el nombre de México está indisolublemente ligado con el mito de su fundación, el autor ha investigado el pensamiento esotérico mesoamericano y su simbología, con lo que hace interpretaciones nuevas y sorprendentes.