La historia oficial la describe como una matrona adusta, que dio unos taconazos para avisar que la conspiración independentista había sido descubierta y ahí concluye su participación.
Poco se sabe que en esos momentos era una mujer de 37 años, que estaba esperando su catorceavo hijo, lo que no impidió que continuara en la lucha por lograr el triunfo del movimiento insurgente. su apasionada entrega que nunca cesó, la llevó a padecer varios años de encierros, lo cual no aplacó su fervor independentista.