Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Nunca hasta ahora es más certera la sentencia de Santayana de que quien no conoce el pasado está obligado a repetirlo; la geografía actual y los conflictos que amenazan presente y porvenir son los mismos que eran al terminar el siglo XIX, sólo que con armas más mortíferas que las de entonces.Esa era nos es desconocida así como la mayoría de sus protagonistas, aunque nuestros antepasados nada remotos, y entre todos ayudaron a construir nuestras letras, nuestra ética y nuestra forma de vida; excelentes, buenos, regulares o aprendices que no pudieron desarrollar su talento, así como las publicaciones en que se dieron a conocer sus obras en narrativa, poesía, teatro, periodismo político o literario, todos están enlistados en este diccionario en el que Carballo, con juicio crítico sin componendas, que no admite disculpas y en que pone en su sitio a cada quien.