Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En la generalidad de los casos, la primera vez que asistimos a un museo en nuestra vida ha sido de la mano de alguno de nuestros maestros, y es que resulta innegable que los museos han representado uno de los complementos mßs valiosos para el proceso educativo.