El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Cuando se le pregunta si es artista o artesano, un alfarero de Metepec, Estado de México, responde que él sólo es un amante del barro. Estas páginas celebran esa pasión en un recorrido por la producción cerámica de este pueblo excepcional, desde las cazuelas y los primeros objetos de uso cotidiano hasta las más imaginativas piezas de ornato, que dan cuenta de que ésta es una tradición en efervescencia.