Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Cuando se le pregunta si es artista o artesano, un alfarero de Metepec, Estado de México, responde que él sólo es un amante del barro. Estas páginas celebran esa pasión en un recorrido por la producción cerámica de este pueblo excepcional, desde las cazuelas y los primeros objetos de uso cotidiano hasta las más imaginativas piezas de ornato, que dan cuenta de que ésta es una tradición en efervescencia.