El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Y es que Sócrates concibió y practicó la filosofía no como una actividad académica, sino humana. Trataba de hombres y mujeres reales que se enfrentaban a genuinas elecciones éticas entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo.