El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
La tesis central que este libro nos plantea es la necesidad de aprovechar la gran gama cultural que el hombre ha producido en aras de su felicidad y no de su empobrecimiento moral. La finalidad de la cultura -afirma el autor- es la realización de la libertad, de la auténtica autonomía, que representa el dominio moral del hombre sobre sí mismo.