El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Escribir puede salvar el alma. Nos lo enseñan Simone Weil, Georges Perec, Jean Genet, Mary Shelley, Víctor Hugo, Arthur Rimbaud, Alice Miller, Romain Gary, Gustave Flaubert, Primo Lévi y otros grandes autores de la literatura mundial que aparecen en el último y apasionante libro de Boris Cyrulnik. Muchos de ellos han sido abandonados o han perdido a los padres en temprana edad, han sido víctimas de abusos o han luchado para sobrevivir, pero han encontrado en la palabra escrita una forma para salir de las tinieblas y un universo donde refugiarse