Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
En el punto álgido de la Segunda Guerra Mundial, cuatro mujeres comenzaron sus estudios en la universidad de Oxford: Elizabeth Anscombe, Philippa Foot, Mary Midgley e Iris Murdoch trabajaban para hacerse un lugar en un mundo dominado por hombres, mientras construían sus amistades y familias, mientras se acercaban y se alejaban entre ellas, siempre defendieron que algunas maneras de vivir son mejores que otras. Las diferencias en el ámbito de la filosofía moral que marcaron sus aportaciones provocó el cambio más importante en la disciplina durante más de un siglo, reemplazando la árida escolástica por una vuelta a las discusiones sobre la bondad, la virtud y el carácter. Argumentaron que el coraje, el discernimiento, la justicia y el amor son el corazón de una buena vida.
Benjamin Lipscomb rastrea las vidas e ideas de estas cuatro amigas que legaron al mundo una nueva forma de pensar la ética y por tanto, un nuevo modo de reflexionar sobre nosotros mismos.