El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Para proteger y valorar un bien cultural es necesario, en primer lugar, conocerlo. Esto permitirá su estudio y finalmente, su comprensión. Es por ello que una parte medular del quehacer del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León en torno al patrimonio, se ha centrado en su divulgación.