El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Las comunidades religiosas son lo que son en función de la calidad o falta de calidad de sus transmisiones. La profunda crisis que experimentan las religiones constituidas no es sino una de las secuelas más negativas de su incapacidad para establecer corrientes polifónicas de comunicación y de empatía entre sus creyentes y, en definitiva, entre los seres humanos con inquietudes espirituales. Cualquier futuro saludable y humanizador de la religión, de la familia, de la cultura y de las formas políticas dependerá de un modo directo de la salud de la palabra humana y de su oportuna contextualización comunicativa en cada aquí y ahora. Lluís Duch expone con rigor y claridad la creciente importancia que adquieren hoy los medios de comunicación como nueva estructura de acogida, en detrimento de las tres estructuras de acogida clásicas (codescendencia, corresidencia y cotrascendencia, es decir, familia, ciudad y religión). Explora también el concepto de tradición, la importancia del símbolo, la diferencia entre información y comunicación, la crisis de confianza en las instituciones religiosas, la aceleración del tiempo vital, la erosión de lo sagrado y la revolución de lo creíble.