Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Los ensayos reunidos en esta obra reflejan un cambio radical en la estructura de poder en Asia-Pacífico. Hace unos años, la tendencia dominante en las relaciones internacionales fue una creciente globalización. Actualmente, después de la década del terrorismo, que inició con el ataque a las Torres gemelas en 2001, pero sobre todo después de la recesión global financiera de 2008, la tendencia dominante es hacia la desglobalización. De hecho, la mayor parte de los ensayos exponen fenómenos desglobalizantes. Este nuevo escenario económico se caracteriza por el fin del Acuerdo Transpacífico y el estancamiento de las negociaciones de la Asociación Económica Regional Integral, por el desgaste de los mecanismos multilaterales y el vuelco a los mecanismos bilaterales.
En el ámbito de los problemas de seguridad, los ensayos exponen una redefinición de las alianzas y asociaciones de poder en la región. Sin embargo, estas nuevas asociaciones no son tan sólidas como se podría pensar; y, en el campo político, hay ensayos que resaltan la preocupación sobre los conflictos en Asia-Pacífico y su solución pacífica. Sin duda, el fenómeno de la desglobalización afecta los procesos políticos en esa región, y es precisamente la voluntad política la que permitirá superar los efectos nocivos de las tendencias regionales contemporáneas.