El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El mayor depredador de la democracia es el insaciable sistema capitalista.
Desbocando el ritmo de la historia, el siempre hambriento capitalismo vacía la
capacidad de agencia para la emancipación